El cambio climático se define, según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), como “Importante variación estadística en el estado medio del clima o en su variabilidad, que persiste durante un período prolongado. Se puede deber a procesos naturales internos o a cambios del forzamiento externo, o bien a cambios persistentes antropogénicos en la composición de la atmósfera o en el uso de las tierras”. En las últimas décadas, el calentamiento del sistema climático es “inequívoco” y se hace patente en la evidencia de un aumento de la temperatura media global del aire y los océanos, el derretimiento generalizado de nieve y hielo y el incremento del nivel del mar, entre otros efectos (IPCC, 2013).